El Ozono, gas inestable que se encuentra naturalmente en la atmósfera, fue utilizado en Medicina por primera vez a principios del siglo pasado por unos médicos alemanes.
Su uso sistemático en el tratamiento de varias patologías ya se ha desarrollado en muchos países como Cuba, Alemania e Italia (país este último donde es materia de enseñanza en varias Universidades de Medicina y es aplicado por centros del Servicio de Salud) gracias a los buenos resultados terapéuticos y a la ausencia de efectos segundarios a corto y a largo plazo.
Debido al tipo de acción bioquímica, la Ozonoterapia se aplica en muchas situaciones patológicas:
• Conflictos disco-radiculares, hernias discales, lumbago, síndrome facetaria, situaciones dolorosas post-quirúrgicas (fibrosis, ciatalgia, etc.)
• Artritis Reumatoide
• Artrosis
• Patología tendinea
• Fibromialgia
• Enfermedades vasculares periféricas, tanto arteriales como venosas (cualquier grado)
• Enfermedades cerebro vasculares isquémicas
• Neuroangiopatía diabética
• Enfermedades Neurológicas: Demencia senil, Enfermedad de Alzheimer
• Afecciones intestinales: colitis ulcerativas, divertículos intestinales, pólipos intestinales, proctitis, hemorroides
• Hepatitis
• Enfermedades virales: Herpes Zoster, Simplex, etc.
• Oftalmología: Retinitis Pigmentosa, Glaucoma, Neuritis óptica (excepto la hereditaria), degeneración macular
• Hipoacusia (déficit de audición), Insuficiencia vertebro basilar, Vértigos, dolor cervical.